En primer lugar, mezcle las claras de huevo con el jugo de limón, la vainilla, la cáscara de naranja y batir durante unos segundos hasta obtener una mezcla espumosa.
Luego añadimos el azúcar glas y la harina de almendras. Mezclar con una cuchara o mezquino hasta que la mezcla esté blanda, si le falta humedad agregar 1 o 2 cucharadas de agua.
Masa ricciarelli: poner la masa en papel transparente, formar una bola y dejar reposar en la nevera un mínimo de 24 horas hasta un máximo de 3 días.
(Recuerde que cuanto más reposa, más fragante se vuelve el compuesto)
Al cabo del tiempo indicado, traslada la masa a una superficie en la que hayas espolvoreado la mitad del azúcar glas para terminar.
Por último, formar un rollo de unos 3 cm de largo y de ancho y retirar pequeños trozos de 20 g cada uno.
Luego sumerge la galleta en azúcar flor y dale la forma de grano con las manos, aplanando, dando forma y alargando las puntas:
A medida que hagas los ricciarelli, transfiéralos a una fuente previamente forrada con papel de hornear a una distancia de 4 a 5 cm entre sí.
Finalmente, antes de hornear, coloque los dedos recién mojados con agua sobre la superficie del ricciarelli. (sin chorrear agua) y luego espolvorear con abundante azúcar flor.
Hornear a 150° los primeros 5 minutos, luego subir a 170° por 5 - 6 minutos hasta que se formen las clásicas grietas en la superficie, luego bajar a 180° y hornear por 10 minutos más
Te cuidado estarán suaves, tan pronto como salgan del horno transfiéralos a una rejilla con mucho cuidado levantándolos con una espátula.
Después de aproximadamente 1 hora alcanzarán la consistencia perfecta.
Se conservan perfectamente alrededor de 1 mes, cerrados en cajas de hojalata, bizcochos.